INGREDIENTES
- Masa para pizza refrigerada o casera
- 200 g de tomates pera pelados
- 1 bola de mozzarella fresca (preferiblemente fior di latte)
- 80 g de gorgonzola (dulce o picante, al gusto)
- 80 g de fontina (o provolone)
- 80 g de parmesano (o Grana Padano) rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
LA RECETA PASO A PASO
- Desenrolla la masa y deja reposar a temperatura ambiente entre 30-45 minutos antes de usarla.
- Corta la mozzarella en rodajas finas y luego en tiras. Escúrrela en un colador durante al menos 30 minutos para eliminar el exceso de líquido.
- Precalienta el horno a 220°C.
- Tritura los tomates con un tenedor. Cocina a fuego suave con una pizca de azúcar hasta que reduzca y espese. Cuando termine, aliña con sal y 1 cucharada de aceite de oliva y reserva.
- Extiende una capa fina de salsa de tomate en la base dejando un dedo en el borde.
Distribuye los quesos de manera uniforme. - Espolvorea orégano y pimienta al gusto.
- Coloca la pizza en la parte baja del horno y hornea durante 10-15 minutos. Si ves que la base se está dorando demasiado rápido, puedes moverla a la parte media del horno durante los últimos 5 minutos.
- Sirve caliente rociando con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
¡Anímate a hacer tu propia masa de pizza en casa! Es fácil y te permitirá disfrutar de una pizza artesanal y 100% casera.
Si quieres una versión más intensa, puedes cambiar el parmesano por pecorino romano.
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